La entrega y el sacrificio fueron elementos cruciales en la carrera deportiva del viñamarino. “Me gané el puesto en la cancha por ser un soldadito”, así comenta Aldo Cornejo, el ahora ex jugador cómo logró destacar por tanto tiempo jugando a la ovalada.
Dos frases relacionadas con el entusiasmo, pero que conducen a caminos diferentes. “Soy un apasionado del deporte”, confirmó Cornejo, para continuar con “me encanta mi profesión”. Y pese a que se relacionan, para el kinesiólogo entregarse a su trabajo en totalidad es primordial.
“Siempre lo he dicho, si voy a estar tiene que ser 100% comprometido y mi compromiso ahora está conmigo, con mi familia, con los que no he entregado el tiempo suficiente y con mi profesión”, fueron las palabras del ex jugador, expresando que si bien dejó las canchas, ayudar y aportar desde su trabajo sigue siendo una opción para continuar ligado al rugby.
Tener la oportunidad de jugar en España, destacó el mismo ex jugador, es algo que agradece, pero a la vez le produjo diversos choques culturales y deportivos con nuestro país. “Es espectacular la experiencia de que te paguen por hacer algo que siempre hiciste en Chile gratis”, afirmó. “El gran cambio es crecer como persona al verte lejos de familia y amigos. Y como jugador aprendes a compartir experiencias con compañeros de otros países y que tienen otras vivencias”, definió Aldo como la metamorfosis de dejar nuestro país.
En cuanto a cómo llegó tan lejos, Aldo destaca la importancia de desarrollarse como rugbista de forma íntegra, trabajando como un “soldadito” por sobre el trabajo técnico, que siempre mejora. “Tuve la suerte de ser capitán en todos los equipos en los que jugué y creo que eso no se gana con talento, sino que predicando con el ejemplo”, sostuvo.
Y pese a definir el rugby como “amor a primera vista”, Cornejo sabe claramente que los botines se colgaron, asegurando que como jugador terminó definitivamente, pues hacer las cosas a medias no va con su forma de actuar. “Es un tema de prioridades y momentos -aseguró- Ahora tenía que priorizar mi carrera y desarrollarme profesional y esa oportunidad no la quería dejar pasar”.
Frente a la evaluación de su trayectoria, el ex seleccionado nacional afirmó que su actitud le permitió disfrutar cada momento. “El estar siempre entregado totalmente me ayudó a no recriminarme nada. Al saber que di lo que pude en cada juego, no queda espacio para reprocharme”. Aún así, su broche de oro hubiese sido cerrar con un partido junto a Los Cóndores, lo que se vio impedido producto de la pandemia.
“Si alguno quiere llegar a ser profesional hay que tener no solo la disposición para el sueldo, sino que una actitud. Como te cuidas, te entrenas, descansas, las cosas que haces y dejas de hacer, eso habla de tu profesionalismo antes que un salario”. Esto, aseguró Aldo, es la clave del éxito para cualquier carrera deportiva, así invitó a las futuras generaciones a trabajar duro y esforzarse.
Pese al amor que siente por su país, volver no está en los planes del ex jugador. Para cerrar, Cornejo quiso agradecer el apoyo a quienes fueron parte crucial en su trayectoria como deportista: sus padres, hermana y sus amigos. “No es fácil ser deportista en Chile”, finalizó.
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