Carlos José Retegui: El León detrás de las Leonas argentinas

Feliz de empezar este 2020 entrevistando a una persona con tanta historia e historias y con tan solo medio siglo a cuestas. Humilde, guapo, cercano y entrenador por naturaleza, es el señor Carlos José Retegui, más bien conocido como el “Chapa”Retegui.

Padre ante todo de dos hijos, ambos destacados deportistas argentinos; Micaela hockista y Mateo futbolista. Ex seleccionado argentino de hockey sobre césped (1989-2006) y jugador del Club San Fernando, de cuyo partido (comuna) incursionó también en política participando como miembro del Concejo Deliberante.

Fue entrenador de los “Leones” -llevándolos a la medalla de oro en los JJOO de Rio 2016- y en algún momento de ambos seleccionados femenino y masculino, pero esa controversia lo llevó a dejar la rama femenina y quedarse solo con la conducción masculina del seleccionado de su país, para que el pasado 2019 tomara nuevamente la escuadra femenina, las “Leonas”, a quien ya había conducido por tantos triunfos. Con el Chapa hablaremos de su deporte brújula y un poco de lo que a simple vista no vemos de la persona delante del entrenador.

¿Fuiste jugador de hockey sobre césped siempre? ¿Por qué el hockey y no otro deporte?

R: Yo vengo de un club que se llama San Fernando y que es un club polideportivo, es un club muy grande y que está en el mismo partido (comuna) de San Fernando, en Buenos Aires. Mis primeros deportes fueron la natación, el básquetbol, el remo, el canotaje y después empecé a jugar al hockey porque mi mamá lo jugaba y me llevó a él, me gustó y me quedé para jugarlo. También mi deporte de toda la vida ha sido el fútbol, pero bueno, me dediqué al hockey porque acompañaba a mamá siempre. Yo vengo de una familia muy deportista, mi papá fue también un gran deportista; jugador de fútbol de primera división y de básquetbol también en primera, fue remero campeón panamericano y jugó al rugby en los Pumas B, siendo también un gran entrenador de Remo, inclusive siendo entrenador de la Selección Chilena de Remo por un tiempo y también de la Argentina.

¿Cuándo el entrenador le ganó al jugador para quedarse? ¿Fue difícil llegar dónde estás?

R: Yo creo que toda la vida llevé el entrenador en la sangre, me lo transmitió mi papá en el ADN y toda la vida me sentí como entrenador, por eso amo serlo,, me parece que después de haber sido jugador muchos años y haber disfrutado muchísimo, creo que el ser entrenador es algo fantástico, algo mágico. El entrenador tiene infinidad de situaciones para resolver, es más cabeza y el jugador es más físico, un entrenador debe planificar desde un entrenamiento, el estudio del rival, de tu equipo, preocupado de la motivación, del liderazgo, la convivencia, siempre debes estar ahí, creo que el entrenador debe ser 24×7 los 365 días del año.

Sin ninguna duda, es una pasión y cuando uno asume el compromiso tan importante como es ser entrenador de un seleccionado, uno debe estar las 24 horas a pleno pensando desde lo más técnico-táctico, a lo más doméstico como puede ser que las camas de un hotel sean cómodas para los jugadores, por ejemplo. Un entrenador debe pensar en sus jugadores, las familias de los jugadores, si el cuerpo técnico está bien, que estará pensando el entrenador  rival que a uno le toca enfrentar, todo está en su cabeza y yo el ser entrenador lo llevo en la sangre”

¿Te consideras un personaje polémico dentro del mundo del hockey sobre césped, o más bien han querido meterte en la polémica de este mundo que tras bambalinas no siempre es tan deportivo? ¿Cómo vive éstas el Chapa Retegui?

R: Y generalmente cuando a uno le va bien, o logras resultados superlativos, generás ruido y en esta sociedad en la cual vivimos y que es de envidia, de egoísmo, de falsedades, de deslealtades, yo en eso no participo, entonces en el mundo del hockey puedo levantar esa manera de opinar, porque no soy una persona que dice algo y hace otra cosa, porque no soy desleal, no me pongo una careta para que me quieran, a todos los miro a los ojos y no le bajo la mirada a nadie, y a mí me la bajan unos cuantos. Diría que todos esos en los que uno encuentra una dicotomía, a mí me bajan la mirada.”

Las Leonas y los Leones. ¿Cómo ves sus campañas?, ¿sientes que a Argentina les pone una vara muy alta siempre, o es parte de la idiosincrasia de tu país? ¿Qué opinas de Chile, cómo ves su crecimiento?

R: “A mí me tocó ser parte, una partecita, porque de ninguna manera este trabajo es unipersonal, es un trabajo en equipo, ser campeón del mundo con las Leonas, ganar la medalla de plata olímpica, 3 Champions Trophy, los campeonatos panamericanos que ganamos. Con los Leones, tocar el Cielo, en realidad tocar el cielo, pero con el corazón, no con las manos, porque salir campeón olímpico con los chicos fue algo que era una utopía. Cuando nosotros agarramos a los chicos eran 10 del Mundo y los llevamos a ser número 1 del ranking mundial. El bronce en la Haya en la Copa del Mundo, el Oro Olímpico, ganar la Sultan Cup de Malasia, con una generación que venía muy golpeada, que había salido décimo en los JJ.OO., noveno en la Copa del Mundo y llevarlos a ser el mejor equipo del planeta, fueron de las situaciones más lindas que me tocó vivir, junto con lo que viví con las Leonas, y creo que sí, la vara está tan alta para hockey argentino, que hace que sea uno de los deportes, junto con el básquetbol y el fútbol, espejo para muchos chicos. Los triunfos de las Leonas y los Leones, hicieron que el hockey fuera un deporte popular en mi país y a mí me pone muy orgulloso haber sido un granito de arena en ese aspecto.

Chile, creo que está creciendo mucho a nivel de jugadores, porque veo están haciendo más desarrollo escolar, municipal y me parece que ese es el triunfo más importante. El objetivo de poder clasificar a una Copa del Mundo, a unos  JJ.OO., ojalá que se les de pronto. Tengo grandes amigos en Chile y deseo lo logren.”

Ser entrenador y papá, en una frase.

R: “Transmitirle a mis dos hijos con el corazón, que sean su mejor versión cada segundo”