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ALEJANDRO JARA EL MAGALLANICO QUE QUIEREN EN ARGENTINA

Hace un par de semanas Yowen de Punta Arenas viajó hasta Mar del Plata para participar del Seven Playero de Pueyrredon. Dentro del plantel iba un chico de 16 años llamado Alejandro Jara y que deslumbró a los argentinos por su juventud, físico –más de 1.85 de estatura- y nivel de juego al punto que fue contactado para incorporarse a dos clubes de la Argentina. San Cirano y San Isidro Club (SIC) son los clubes que se disputan a esta joven promesa del rugby nacional.

Esta es la historia y futuro de Alejandro Jara que nos llegó desde el Diario La Prensa Austral gracias a Esteban Bonelli, Head Coach de Yowen RC.

 

A sus cortos 17 años, recién cumplidos el 31 de enero, el rugbista Alejandro Jara se abre camino con la misma determinación que tuvo desde que comenzó a practicar esta ruda disciplina deportiva, enfrentando a jugadores ya adultos y que lo superaban en fuerza y estatura. Pero esa convicción ya está dando sus primeros resultados, y prueba de ello es que después de acompañar al equipo magallánico Yowen Rugby Club en su viaje por Argentina, quedó anotado en la carpeta de dos clubes que lo requieren para el próximo año.

Yowen Rugby Club llegó hasta Mar del Plata, para participar en un campeonato de seven playero, con el objetivo de mejorarlos números de otros años, pues iban conscientes que era muy difícil tratar de ganar ante equipos trasandinos que están a un nivel muy superior.

Dentro del grupo estaba Alejandro Jara, Y pese a ser la “guagua” del grupo, Jara se acopló bastante bien, quedando muy satisfecho con su incursión en el torneo, pese a que los argentinos son “de primer nivel, más grandes, con mejor condición física, mejor técnica, fue algo fue positivo”, inició su relato el joven estudiante.

Sobre el metro 85 centímetros de estatura, Alejandro Jara llamó la atención de un par de clubes de Buenos Aires, tanto por su desempeño como por su juventud y y condiciones. Un diamante en bruto que hay que pulir. Obviamente, la idea seduce bastante al novel rugbista, sabiendo del salto de calidad que implica jugar en Argentina.

“Termino cuarto medio este año, y después de eso veré qué club me da mejores posibilidades, por infraestructura, jugadores, plantel. El primero que se interesó fue San Cirano. Antes de viajar a Mar del Plata, había un mánager del equipo que me invitó a jugar. Y el otro club fue por la visita de Sebastián Perazzo en noviembre, que es entrenador de San Isidro, quien también meinvitó”, contó el estudiante del Colegio Pierre Faure. En Mar del Plata vio al técnico de San Cirano hablando con su par de Yowen, Esteban Bonelli: “le preguntó miedad, que me podía llevar y hacer un mejor jugador. Incluso hasta me dijeron que está la posibilidad de nacionalizarme argentino”, agregó entusiasmado.

Alejandro Jara sabe que al otro lado de la cordillera tiene muchas más posibilidades de desarrollarse como rugbista, muchísimo más que en Chile. Sin embargo, también tiene claro que con el deporte no basta y por eso, entre sus planes se encuentra estudiar “alguna ingeniería o geología, eso es lo que más me interesa”, indicó el alumno, de promedio 5,8.

El primer acercamiento de Alejandro Jara con esta disciplina fue en el año 2007, cuando vio el Mundial de Rugby que se desarrolló en Francia y que tuvo como protagonista a Los Pumas, de Argentina, que conquistaron el tercer lugar, algo impensado para el rugby sudamericano. De ahí, “le pregunté a mi hermano mayor que estudiaba en la Umag, me dijo que había un club, pero nada más. Después, en el diario, mi mamá me comentó que estaban invitando a jugar rugby. Fue hace casi dos años, de ahí empecé a venir a Yowen a practicar”.

Claro que con apenas 14-15 años en ese tiempo, los golpes dolían el triple. “Me costaba mucho porque no había menores y tenía que partir jugando con adultos. Al principio fue difícil, era la guagua, todos eran mayores y por ende, el contacto daba más miedo, pero fui constante, yendo al gimnasio y de a poco comenzó a dar frutos”, contó orgulloso. Para eso, su rutina semanal implica mucho gimnasio y pesas, Alejandro Jara viajará tras salir de cuarto medio.

Un rugbista con cara de niño que planea conquistar Argentina algo que lo complica cuando está en período de clases. A la hora de definirse, Alejandro cree sus virtudes son “la finta, y el salto line, que es algo que aprendí muy bien, que es de segunda línea, ahora estoy empezando a jugar de centro. Son diferentes posiciones, una es la línea, forward, en la de centro tengo que moverme más, ir más al choque”. ¿Y lo que debes mejorar?, “la técnica con el balón, porque de a poco fui sacando más tackle”.

Finalmente, Alejandro Jara desmintió los comentarios que señalan que el rugby es pura fuerza. “Al entrar pensé que era más o menos así, pero creo que no es para brutos, sino para inteligentes. Tiene que haber una combinación entre fuerza e inteligencia”, concluyó.

El joven jugador cumplió 17 años la semana pasada y viene llegando de una gira por Mar del Plata, donde en calidad de invitado integró el equipo Yowen Rugby Club que compitió en un torneo Seven playero en esa ciudad, llamando la atención de dos clubes bonaerenses.

El joven rugbista en un alto durante las prácticas del Yowen Rugby Club, en una cancha ubicada detrás del Gimnasio Fiscal. Desde los 15 años, Alejandro Jara ha debido aguantarse los dolores y aunque al principio quedaba lleno de esguinces en sus manos, ahora ha ganado musculatura y destreza.

 

Texto: Cristián Saralegui – La Prensa Austral
Foto: Daniel Canales

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