Como diría Bart Simpson, Japón y Zimbabwe brindaron un partido “de pelos”. Y es que el encuentro en los orientales y los africanos presentó más de alguna sorpresa. El inicio fue favorable para Zimbabwe que se puso arriba 7-0 gracias a su mayor potencia física. Sin embargo los japoneses trataban de mantener el paso y lograron empatar el encuentro tras el try y la conversión de Rikiya Matsuda. La respuesta africana no se dejó esperar y nuevamente pasaron adelante 14-7 producto del try de Justin Coles y la conversión de Linfield.
De ahí en más, Zimbabwe cayó en pozo profundo del que le costó salir. De hecho, no volvieron a anotar durante toda la primera parte y fueron superados por los orientales que terminaron imponiéndose 22-14 y daba la impresión que el segundo tiempo sólo sería un trámite para sellar la victoria de Japón.
Y lo cierto es que el inicio del la segunda etapa no hizo más que confirmar aquella percepción. Los nipones salieron con todo mientras que Zimbabwe no no encontraba el camino para acortar distancias. Así las cosas Japón 12 puntos más sin mayor resistencia de sus rivales y se alejaban en un cómodo marcador de 34-14. Es en ese momento, cuando Zimbabwe más herido estaba, que logró comenzar la remontada a través de un try de Coetzee, que sumado a la conversión de Linfield dejaban las cosas 34-21. Pese al descuento, nada hacía presagiar lo que se venía. Los africanos se fueron con todo a presionar a los nipones al punto que llegaron a ponerse un punto bajo ellos y con la posibilidad de pasar adelante, pero Linfield falló la conversión dejando el marcador en un apretado y emocionante 34-33 a favor de Japón.
En todo caso, la venganza de Linfield llegaría a segundo de que cumpliera el minuto 80 cuando aprovechó la oportunidad y convirtió el penal que dejaba a Zimbabwe 36-34 arriba. Lo que parecía un paseo para los japoneses, se había transformado en una pesadilla. El tan ansiado triunfo en la primera fecha de JWRT se le estaba escapando de las manos de una manera increíble.
El reinicio del partido parecía sólo un trámite para sellar el triunfo africano, pero Japón no estaba dispuesto irse con las manos vacías y en la última jugada del encuentro, casi cuando el árbitro se estaba llevando el silbato a la boca para terminarlo todo, lograron el try del triunfo a través de Murai para dejar todo en un definitivo 39-36. Así los japoneses lograban pasar adelante cuando más importaba y quedarse con la victoria. Tras haber dominado casi todo el encuentro estuvieron a punto de perderlo todo, mientras que la espectacular remontada de Zimbabwe quedó en nada.
En todo caso, justo triunfo para Japón que fue más regular durante todo el encuentro y ojo con Zimbabwe que si logran mantener durante todo el encuentro lo que hicieron la segunda parte contra Japón, serán un duro rival.
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